Coche "Harlan Gumà" con detalle del fabricante, siglo XIX
Coche "Harlan", primera mitad del siglo XX
Interior original de un coche "Harlan"
Composición de coches "Harlan" en la salida de la Estación de Francia
Inicio de la restauración, 2008
Restauración, 2010
Restauración, 2011
Restauración, 2013
Fin de la restauración, año 2016
Restauración del bogie "Harlan", 2012
Detalle del bogie "Harlan" desde el foso
10 - Coche Harlan
Destaca en la colección de coches el denominado "Harlan",
mucho más grande y con apariencia más moderna que el de
tercera clase que ocupa a primera vía de la Rotonda, aunque
es en realidad el más antiguo y valioso de todos ellos. Fue
construido en Estados Unidos en 1878 con maderas tropicales
para el ferrocarril de Valls a Villanueva y Barcelona.
Cuando llegó a Vilanova i la Geltrú en 1881, desde el otro
lado del océano, era el más avanzado y confortable de toda
europa. Estaba fabricado sobre dos carretones articulados de
madera, los bogies, que hacían el viaje mucho más cómodo.
El motivo de la adquisición de estos vehículos era por el
interés del director de la compañía ferroviaria, Francesc
Gumà, de mejorar las condiciones de viaje de los pasajeros
en un recorrido que pretendía prolongar hasta Madrid.
Incorporaba otra gran novedad, también desconocida en Europa,
el freno automático de aire comprimido. Con él, si un
vehículo se desprendía de una composición por la rotura del
gancho de tracción, lo que ocurría con cierta frecuencia,
todo el tren se detenía de forma instantánea, lo que evitaba
muchos accidentes. Este tipo de freno no se introducjo en el
ferrocarril europeo hasta principios del siglo XX. Además,
el interior del coche tiene detalles de un confort
desconocido en la Europa de entocnes, como las butacas
bidireccionales.
Los coches "Harlan" tuvieron una vida muy longeva, pues
circularon hasta 1972 en Cataluña. En su etapa final
prestaron servicio de cercanías en la línea de Mataró.
Fueron paulatinamente retirados de la circulación cuando las
locmotoras eléctricas sustituyeron a las de vapor puesto que
su mayor potencia producía deformidades en la estructura de
madera del coche.
La Asociación de Voluntarios del Museo, SiC, se encargó de
su restauración en una gran intervención que se prolongó
durante ocho años. En su interior hay una exposición que
muestra la historia y el proceso de recuperación.