9 - Colección de coches de viajeros

En las primeras vías del edificio de la Rotonda encontramos una colección de siete coches (los coches tienen como finalidad el transporte de viajeros mientras que los vagones transportan mercancías). En la primera vía se sitúa un coche de tercera clase que permite imaginar las penosas condiciones de los desplazamientos hasta bien entrado el siglo XX. Frecuentemente, el humo y el hollín que desprendían las locomotoras de vapor se introducía en el interior de los habitáculos, especialmente al pasar por los túneles con lo cual los viajeros llegaban a destino con los rostros ennegrecidos y la ropa sucia.

Como es posible contemplar en el Museo, los primeros vehículos para el transprote de personas eran muy primitivos y su tiplogía era muy similar a las diligencias, carruajes o carromatos en las que estaban inspirados, como se aprecia en los tres coches que componen el "Tren del Centenario".

Lo verdaderamente relevante de la aparición del ferrocarril fue la oportunidad de desplazar gran número de personas a la vez, lo que impulsó las grandes oleadas migratorias y sus trascendentales consecuencias, desde el punto de vista social, demográfico, urbanístico y económico. Hasta su aparición, las posibilidades de movimiento estaban muy limitadas a los miembros de las clases altas. Hay estudios que aseguran que la mayoría de las peersonas tan solo se alejaban unos 15 km de su localidad natal en toda su vida. Otro cambio destacable fue que por primera vez se vieron obligados a mezclarse gentes de categorías sociales diferentes en trenes y estaciones, lo cual era impensable hasta entonces. Fue una auténtica revolución para la época. el ferrocarril democratizó el transporte colectivo de personas.

En este ámbito del Museo es posible, observando la parte inferior de los coches, advertir la evolución de los sistemas de ruedas o rodajes, desde los iniciales ejes de dos ruedas a los bautizados con la palabra inglesa "bogies", que son los carretones de dos o más ejes, cada uno con dos ruedas, sobre los que se asienta el vehículo. El Museo exhibe dos modelos de bogies que permtien apreciar de cerca el sistema que mejoró la suspensión, la adscripción a las curas, y que permitió construir coches de mayores dimensiones.

El ferrocarril, desde sus inicios, ha estado en constante evolución y las innovaciones introducidas en los sistemas de rodaje han permitido incrementar el confort y la seguridad.