Detalle del testero del coche "ZZ-324" estacionado en Estación de Francia
Esquema del coche "ZZ-324"
Coche "ZZ-324" estacionado en la Sagrera, 2011
Traslado desde La Sagrera, 2011
Traslado desde La Sagrera, 2011
Coche de "Tercera" estacionado en el Museo
9 - Colección de coches de viajeros
En las primeras vías del edificio de la Rotonda
encontramos una colección de siete coches (los coches tienen
como finalidad el transporte de viajeros mientras que los
vagones transportan mercancías). En la primera vía se sitúa
un coche de tercera clase que permite imaginar las penosas
condiciones de los desplazamientos hasta bien entrado el
siglo XX. Frecuentemente, el humo y el hollín que
desprendían las locomotoras de vapor se introducía en el
interior de los habitáculos, especialmente al pasar por los
túneles con lo cual los viajeros llegaban a destino con los
rostros ennegrecidos y la ropa sucia.
Como es posible contemplar en el Museo, los primeros
vehículos para el transprote de personas eran muy primitivos
y su tiplogía era muy similar a las diligencias, carruajes o
carromatos en las que estaban inspirados, como se aprecia en
los tres coches que componen el "Tren del Centenario".
Lo verdaderamente relevante de la aparición del ferrocarril
fue la oportunidad de desplazar gran número de personas a la
vez, lo que impulsó las grandes oleadas migratorias y sus
trascendentales consecuencias, desde el punto de vista
social, demográfico, urbanístico y económico. Hasta su
aparición, las posibilidades de movimiento estaban muy
limitadas a los miembros de las clases altas. Hay estudios
que aseguran que la mayoría de las peersonas tan solo se
alejaban unos 15 km de su localidad natal en toda su vida.
Otro cambio destacable fue que por primera vez se vieron
obligados a mezclarse gentes de categorías sociales
diferentes en trenes y estaciones, lo cual era impensable
hasta entonces. Fue una auténtica revolución para la época.
el ferrocarril democratizó el transporte colectivo de
personas.
En este ámbito del Museo es posible, observando la parte
inferior de los coches, advertir la evolución de los
sistemas de ruedas o rodajes, desde los iniciales ejes de
dos ruedas a los bautizados con la palabra inglesa "bogies",
que son los carretones de dos o más ejes, cada uno con dos
ruedas, sobre los que se asienta el vehículo. El Museo
exhibe dos modelos de bogies que permtien apreciar de cerca
el sistema que mejoró la suspensión, la adscripción a las
curas, y que permitió construir coches de mayores
dimensiones.
El ferrocarril, desde sus inicios, ha estado en constante
evolución y las innovaciones introducidas en los sistemas de
rodaje han permitido incrementar el confort y la seguridad.