1 - Edificio de acogida y recepción

El viaje por el Museo del Ferrocarril de Cataluña empieza en una edificación de los años 70 del siglo XX, rehabilitada en el año 2018, construida para ser supermercado para los empleados de Renfe. Este tipo de edificios, conocidos como "economatos" estaban pensados para la compra de productos básicos a precios más económicos y así paliar los bajos salarios de los ferroviarios.

En la fachada, una nueva estructura a modo de celosía mediterránea, identifica las instalaciones del antiguo Depósito de Locomotoras de Vapor, que alberga hoy este centro patrimonial. Justo antes de acceder al Museo, a la derecha, se alza la locomotora seccionada del Talgo III, "Virgen del Carmen", que en 1966, en las proximidades de Sevilla, alcanzó el record de velocidad en España de 200 km/h.

El trayecto del tren que propone el Museo se inicia como todo viaje en una estación. La recepción del Museo está presidida por la imagen de la cubierta y de los andenes de la estación de Francia de Barcelona, una de las más monumentales de Europa. A la derecha del mostrador, en el espacio audiovisual, es posible empezar a recorrer la historia del transporte por tren en nuestro país en un corto de 10 minutos realizado en cuatro idiomas, lenguaje de signos y subtitulación. A la salida de la sala, en frente, se encuentra una maqueta multisensorial, adpatada a personas con problemas de visión. En ella se ofrece la posibilidad de conocer el conjunto de las históricas instalaciones ferroviarias antes de iniciar el recorrido.

Junto a la maqueta, detrás del mostrador, una línea del tiempo de la Vilanova ferroviaria nos dibuja el destacado papel del tren en la historia de la ciudad y el motivo de la existencia del Museo. Al lado izquierdo de la recepción y antes de la salida al exterior, encontramos un espacio infantil en el que niños y niñas pueden jugar y soñar con trenes, el Rincón de Víctor, y a su lado un área de descanso con máquinas de bebidas y snacks.