¡Fíjate en el humo negro!
35. Coche de tercera
En un coche de tren como este viajaban muchas personas
porque los billetes eran más baratos. En los trenes viajaban
también los más ricos, como habéis visto antes en los Coches
del Centenario, pero separados.
Sentaos, cerrad los ojos e imaginad por unos instantes cómo
era un largo viaje en estos asientos de madera. ¡Los vagones
iban llenos de gente! Los viajeros llenaban los pasillos del
vagón de maletas, comida e incluso jaulas con animales. El
humo del vapor de la locomotora entraba por las ventanas,
sobre todo cuando el tren pasaba por un túnel, y los
viajeros acababan con la cara negra y la ropa muy sucia del
humo y la carbonilla. Pero eso era antes, ¿eh? Ahora todo es
muy diferente. Los trenes son cómodos y seguros, ¡y más
rápidos! y, muy importante, ¡son los que menos contaminan! A
mí me gusta mucho viajar en tren porque puedo ir
tranquilamente con mis amigos. Cabemos todos.
Y a mi porque podemos movernos, no hay caravanas ni hay que
dar mil vueltas buscando un lugar donde aparcar. Ahora que
habéis entrado en una cabina de locomotora pequeña y en un
coche de madera, seguro que os han venido ganas de subir a
la cabina de una gran locomotora. ¿verdad? ¡Estáis de
suerte!